martes, 12 de mayo de 2015

PREVENCIÓN Y CONTROL DE CÁNCER CERVICOUTERINO.

Antecedentes del problema

A nivel mundial, 266 000 mujeres mueren de cáncer cervical cada año. Es la principal causa de muerte por cáncer en África oriental y central. En 2012, 528 000 nuevos casos de cáncer de cuello uterino se diagnosticaron en todo el mundo; de estos, una gran mayoría, alrededor del 85% se produjeron en las regiones menos desarrolladas. Fueron diagnosticados con un total de 530 232 nuevos casos que se estima ocurrieron en el mundo en 2008, 453 531 casos (86%) en países menos desarrollados (Muñoz, 2014).
En Chile se estima una incidencia de 30 por 100.000 mujeres; anualmente se diagnostican 1.500 casos y fallecen alrededor de 900, siendo la tasa de mortalidad de 9,6 por 100.000 (Suárez E, 2001). Las entidades con mayor mortalidad por cáncer del cuello uterino son Colima (23.9), Oaxaca (15.8), Veracruz (16.0) y Morelos (16.1) y Chiapas (15.9) (Franco EL, 2001). Durante 2007-2011, hubo 62.150 casos de cáncer de cuello uterino en los Estados Unidos. En 2011, la tasa global de muerte en Estados Unidos fue de 2,3 por cada 100.000 mujeres (4.092 defunciones), que van desde 1,2 a 4,8 en Utah en Virginia Occidental (Benard VB, 2012).
En México, el registro histopatológico de neoplasias malignas del año 2003 mostró una incidencia de 24,094 casos de cáncer cervicouterino (CACU) invasor y 14,867 casos de carcinoma in situ. Los estados con mayores tasas fueron: Chiapas (26.4), Colima (23.3), Veracruz (23.2), Morelos (23.1), Nayarit (22.6). 
La Secretaría de Salud, en el 2002, el estado de Oaxaca tiene una tasa de 28 defunciones por cáncer cervicouterino por cada 100 000 mujeres de 25 y más años, índice superior al que se muestra en el ámbito nacional que es de 20 defunciones.
En relación con las tasas de mortalidad, la tendencia fue ascendente durante los primeros 5 años, pasando de 18.7 en el año 2000 a 23.2 y 21.5 fallecidas por cada 100,000 mujeres mayores de 20 años en el 2003 y 2004 respectivamente, disminuyendo a 17.4 en el 2010 (Cuadro 1).
Los municipios con más defunciones en la jurisdicción sanitaria núm. 1 fueron Oaxaca de Juárez y Santa Cruz Xoxocotlán con 160 y 33 casos, respectivamente. En el municipio de Oaxaca de Juárez, la tasa más alta se presentó en el 2001 con 2.02 defunciones por cada 100,000 mujeres, disminuyendo a 1.05 en el 2010  (Iliana, 2010)


Cáncer cervicouterino 

«Cáncer» es un término genérico que designa un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo; también se habla de «tumores malignos» o «neoplasias malignas». El cáncer comienza en una célula, la transformación de una célula normal en tumoral es un proceso multifásico y suele consistir en la progresión de una lesión precancerosa a un tumor maligno (OMS). El cáncer cervicouterino es una alteración celular que se origina en el epitelio del cérvix que se manifiesta inicialmente a través de lesiones precursoras de lenta y progresiva evolución, las cuales progresan a un cáncer in situ o un cáncer invasor en donde las células con trasformación maligna traspasan la membrana basal (Guía de práctica clínina, 2010). Los dos tipos principales de células que cubren el cuello del útero son las células escamosas (en el exocérvix) y las células glandulares (en el endocérvix). Estos dos tipos de células se encuentran en un lugar llamado zona de transformación. La mayoría de los cánceres cervicales se originan en la zona donde el endocérvix y exocérvix se unen, (ver figura 2) muestra el útero y el tamaño relativo de la cérvix como parte del útero en una mujer en edad reproductiva.
La infección persistente por los tipos de VPH que causan de cuello uterino. El noventa por ciento de los cánceres de cuello uterino son cánceres de células escamosas e inician en la zona de transformación del exocérvix; el otro 10% son adenocarcinomas, que surgen en la capa glandular columnar del endocérvix.
 El Pre-cáncer cervical es un cambio notable en las células epiteliales de la zona de transformación del cuello del útero; las células comienzan a desarrollar de una manera anormal en la presencia de infección por VPH persistente o a largo plazo (Arbyn, 2006).


Evolución natural del cáncer cervicouterino invasor
El cáncer cervicouterino invasor se define como una invasión de células anormales en el tejido conectivo fibroso y denso situado por debajo de la membrana basal. Se inicia con un estadio microinvasor, que no es visible al ojo desnudo durante el examen con espéculo y debe diagnosticarse histológicamente, mediante una muestra de tejido obtenido en una conización o una histerectomía. Luego, da lugar a lesiones mayores, que pueden extenderse a la vagina, las paredes pélvicas, la vejiga, el recto y órganos distantes.
1. Dentro del cuello uterino. Se extiende a partir de un pequeño foco de cáncer microinvasor y termina por afectar a todo el cuello uterino, que puede agrandarse hasta tener un diámetro de 8 cm o más. El cáncer puede ser ulceroso, exofítico (que
crece hacia fuera) o infiltrante (que invade el interior).
2. Hacia las estructuras adyacentes. La diseminación directa en todas las direcciones es posible: hacia abajo (la vagina); hacia arriba (el útero); hacia los lados
(en los parametrios, que son los tejidos que soportan el útero en la pelvis, y los uréteres); hacia atrás ( el recto) y hacia delante (la vejiga).
3. Linfática. La diseminación hacia los ganglios linfáticos pelvianos ocurre en el 15
% de los casos cuando el cáncer se encuentra todavía confinado al cuello uterino y
aumenta conforme el cáncer se disemina. Las metástasis en los ganglios linfáticos
se limitan al principio a la región pelviana, más tarde pasan a la cadena ganglionar a lo largo de la aorta y, finalmente, alcanzan la fosa supraclavicular (el espacio situado por encima de la clavícula). Si el cáncer ha avanzado hasta el tercio inferior de la vagina, los ganglios inguinales pueden verse afectados y agrandados a la palpación.
4. Metástasis distantes por las vías linfática y sanguínea. Las células cancerosas
del cuello uterino pueden diseminarse a través de la sangre y el sistema linfático y
reproducirse por metástasis a distancia en el hígado, los huesos, los pulmones y el
cerebro.

Signos y síntomas del cáncer cervicouterino

 Las mujeres con cánceres de cuello uterino en etapa temprana y precánceres usualmente no presentan síntomas. Los síntomas a menudo no comienzan hasta que un precáncer se torna en un cáncer invasivo verdadero y crece hacia el tejido adyacente. Cuando esto ocurre, los síntomas más comunes son:
• Sangrado vaginal anormal, tal como sangrado después de sostener relaciones sexuales (coito vaginal), sangrado después de la menopausia, sangrado y manchado entre periodos y periodos menstruales que duran más tiempo o con sangrado más profuso de lo usual.
• Una secreción vaginal inusual (la secreción puede contener algo de sangre y se puede presentar entre sus periodos o después de la menopausia).
• Dolor durante las relaciones sexuales (coito vaginal).


FACTORES DE RIESGO DEL CÁNCER CERVICOUTERINO

Factores de riesgo 

  • ·         Mujeres de 25 a 64 años de edad
  • ·         Infección por el virus del papiloma humano

El factor de riesgo más importante para el cáncer de cuello uterino es la infección con el virus del papiloma humano (VPH). El VPH es un grupo de más de 150 virus relacionados, algunos de los cuales causan un tipo de crecimiento llamado papilomas, lo que se conoce más comúnmente como verrugas. El VPH puede infectar a las células de la superficie de la piel, y aquellas que revisten los genitales, el ano, la boca y la garganta, pero no puede infectar la sangre o los órganos internos como el corazón o los pulmones. El VPH se puede transmitir de una persona a otra durante el contacto con la piel. Una forma en la que el VPH se transmite es mediante el sexo, incluyendo el sexo vaginal, anal y hasta oral. Los diferentes tipos de VPH causan verrugas en diferentes partes del cuerpo. Algunos tipos causan verrugas comunes en las manos y los pies. Otros tipos tienden a causar verrugas en los labios o la lengua. Ciertos tipos de VPH pueden causar verrugas que pueden aparecer en o alrededor de los órganos genitales y en el área del ano. Estas verrugas pueden ser apenas visibles o pueden tener varias pulgadas de diámetro. Se conocen como verrugas genitales o condiloma acuminado. Los dos tipos de VPH que causan la mayoría de los casos de verrugas genitales son el VPH 6 y el VPH 11. A estos tipos se les llama VPH de bajo riesgo porque rara vez están asociados al cáncer del cuello uterino. A otros tipos de VPH se les llama tipos de alto riesgo porque están fuertemente vinculados con cánceres, incluyendo cánceres de cuello uterino, vulva y vagina en mujeres, cáncer de pene en los hombres, y cáncer anal y oral tanto en hombres como en mujeres. Los tipos de alto riesgo incluyen VPH 16, VPH 18, VPH 31, VPH 33 y VPH 45, entre otros. Puede que no se presenten signos visibles de infección por un VPH de alto riesgo hasta que se originen cambios precancerosos o cáncer.

  • ·         Tabaquismo

Las fumadoras tienen aproximadamente el doble de probabilidades respecto a las no fumadoras de padecer cáncer de cuello uterino. Fumar expone al cuerpo a numerosas sustancias químicas cancerígenas que afectan a otros órganos, además de los pulmones. Estas sustancias dañinas son absorbidas a través de los pulmones y conducidas al torrente sanguíneo por todo el cuerpo. Se han detectado subproductos del tabaco en la mucosidad cervical de mujeres fumadoras. Los investigadores creen que estas sustancias dañan el ADN de las células en el cuello uterino y pueden contribuir al origen del cáncer de cuello uterino. Además, fumar hace que el sistema inmunológico sea menos eficaz en combatir las infecciones con VPH.

  • ·         Inmunosupresión

El virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que causa el SIDA, ocasiona daño al sistema inmunológico y provoca que las mujeres estén en un mayor riesgo de infección con VPH. También que el sistema inmunológico podría ser importante para destruir las células cancerosas, así como para retardar su crecimiento y extensión. En las mujeres con un sistema inmunológico que se encuentra deteriorado debido al VIH, un precáncer de cuello uterino podría transformarse en un cáncer invasivo con mayor rapidez de la normal.

  • . Múltiples parejas sexuales

Independientemente de que use otro tipo de contraceptivo, debe usar preservativos para reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual.

  • ·   Pobreza

La pobreza es también un factor de riesgo para el cáncer de cuello uterino. Muchas mujeres con bajos ingresos no tienen acceso fácil a servicios adecuados de atención a la salud, incluyendo las pruebas de Papanicolaou. Esto significa que es posible que no se hagan las pruebas de detección ni reciban tratamiento para precánceres y cánceres de cuello uterino.

  • ·         Antecedente familiar de cáncer de cuello uterino


El cáncer de cuello uterino puede presentarse con mayor frecuencia en algunas familias. Si la madre o hermana de una mujer tuvieron cáncer de cuello uterino, sus probabilidades de padecer esta enfermedad aumentan de dos a tres veces en comparación a si nadie en la familia lo hubiera padecido.


Diagnostico


  • Prueba de Papanicolaou

En la prueba de Papanicolaou, se toma una muestra de células del cuello uterino con una espátula o cepillo y la muestra se extiende sobre un portaobjetos y examina al microscopio en busca de células anómalas (precancerosas o cancerosas). Si la extensión contiene células epiteliales anómalas se notifica como positiva. La mayoría de las mujeres con resultados positivos en la prueba de Papanicolaou deben someterse a pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico y determinar si es necesario administrar tratamiento.

  • Colposcopía

La colposcopía es el examen del cuello uterino, la vagina y la vulva con un colposcopio, que es lo que proporciona la fuente de iluminación y el aumento necesario para examinar los tipos celulares de la capa epitelial y los vasos sanguíneos adyacentes. La aplicación de ácido acético diluido permite resaltar las zonas anómalas, que luego se pueden biopsiar. Cuando se utiliza como método de diagnóstico en pacientes con cribado positivo, la colposcopía presenta una gran sensibilidad (cercana al 85%) y una elevada especificidad (de alrededor del 70%) para detectar un tumor premaligno o maligno.
La colposcopía se utiliza para:
• Evaluar visualmente las lesiones precancerosas y cancerosas;
• Poder delimitar la extensión de las lesiones;
• Dirigir la biopsia de las zonas de aspecto anómalo.

  • Biopsia

La biopsia es la extracción de porciones minúsculas del cuello uterino con vistas a realizar el diagnóstico histopatológico. Se debe llevar a cabo únicamente con ayuda del colposcopio. Con las pinzas para biopsia en sacabocados se extraen una o dos piezas pequeñas de tejido (de 1 a 3 mm de ancho) de las zonas cervicouterinas anómalas identificadas por colposcopía.

  • Legrado endocervical

Si la prueba de Papanicolaou ha dado un resultado positivo, pero no se observan zonas anómalas en la colposcopía, puede que exista una lesión en el conducto cervical. En tal caso, se puede examinar el endocérvix con un espéculo especial y extraer una muestra de células con la cucharilla o legra para biopsia endocervical a efectos del diagnóstico al microscopio. El legrado endocervical es un procedimiento sencillo; consiste en raspar delicadamente la superficie del conducto endocervical a fin de extraer unas cuantas células que se envían al laboratorio a fin de examinarlas.


Tratamiento

El tratamiento primario puede consistir en cirugía o radioterapia o, en ocasiones, en una combinación de ambas. La quimioterapia no se utiliza como tratamiento primario, pero se puede administrar junto con la radioterapia. En el cáncer cervicouterino, la cirugía curativa pretende eliminar el tumor primario, con todas sus extensiones, en una única operación. La operación que se elija dependerá del estadio clínico del tumor y de los hallazgos del cirujano en el curso de la operación.
Modalidades de tratamiento
  • Cirugía

En el cáncer cervicouterino, la cirugía curativa tiene por objeto eliminar el tumor primario con todas sus extensiones en una única operación. La operación que se realice dependerá del estadio clínico del tumor y de los hallazgos del cirujano en el curso de la intervención.
  • Procedimientos quirúrgicos

Los principales procedimientos quirúrgicos son la histerectomía radical y la linfadenectomía pélvica, aunque la histerectomía simple y la cervicectomía uterina están indicadas en casos específicos.
  • Cervicectomía

La cervicectomía es la extirpación del cuello uterino. La cervicectomía radical incluye la extirpación de los parametrios y de la parte superior de la vagina, además del cuello uterino.

  • Histerectomía simple

La histerectomía simple es la extirpación quirúrgica de todo el útero, incluido el cuello uterino, ya sea mediante una incisión en la parte inferior del abdomen o por vía vaginal. Las trompas y los ovarios no se extirpan habitualmente, pero puede hacerse si tienen un aspecto anormal.
  • Histerectomía radical

La histerectomía radical es la extirpación quirúrgica del útero, del cuello uterino y de los tejidos vecinos, incluidos 2 cm de la parte superior de la vagina.
  • Radioterapia

La radioterapia desempeña un papel fundamental en el tratamiento de los tumores
malignos más invasores del cuello uterino. Se aplica principalmente cuando los tumores son muy voluminosos (estadios IB y IIA hasta IVB) y cuando se observa una amplia afectación de los ganglios linfáticos en la laparotomía (sin histerectomía).

 Prevención 

  • Utiliza condón para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual
  • Aplaza el comienzo de tu vida sexual.
  • Llevar estilos de vida saludables como evitar el cigarro y mantener un peso ideal.
  • Limita el número de parejas sexuales.
  • Realiza revisiones periódicas con el ginecólogo.
  • Un examen anual tras tu primer encuentro sexual.
  • Aplicarte la vacuna contra el cáncer cérvico uterino.






ANATOMÍA DEL APARATO REPRODUCTOR FEMENINO

Genitales externos



Incluyen los labios mayores y menores, el clítoris, el orificio urinario (uretra) y el orificio de la vagina o introito. El área situada entre la vulva y el ano se denomina perineo. Las glándulas de Bartolino son dos corpúsculos pequeños situados a ambos lados del introito.

Órganos internos:


La vagina y el útero se encuentran por detrás y por encima del pubis óseo en el interior de la pelvis. La vejiga urinaria y la uretra se sitúan delante de la vagina, y el útero y el recto detrás de ambas.

Vagina


La vagina es un tubo fibromuscular elástico que se extiende desde el introito hasta el cuello uterino; sus paredes forman múltiples pliegues que le permiten expandirse durante la actividad sexual y el parto.

El útero y el cuello uterino


  • El útero o matriz es un órgano hueco de músculo liso con forma de pera y espesas paredes. Lo sustentan diversas estructuras de tejido conectivo: ligamentos transversales, ligamento uterosacro y ligamento ancho (un pliegue del peritoneo que abarca el área situada entre el útero y las paredes laterales de la pelvis ósea, que envuelve en su interior a las trompas de Falopio y a los ligamentos redondos).
  • El cuello uterino constituye el tercio inferior del útero y esta compuesto de tejido fibromuscular denso, recubierto por dos tipos de epitelio. Mide unos 3 cm de longitud por 2,5 cm de diámetro.
  • El epitelio escamoso estratificado posee múltiples capas de células cada vez más delgadas. Normalmente recubre la mayor parte del exocérvix y la vagina y, en las mujeres premenopáusicas, tiene un aspecto rosado pálido y opaco.

Desarrollo del precáncer y el cáncer cervicouterino

El epitelio escamoso estratificado que tapiza el cuello uterino brinda protección contra sustancias tóxicas e infecciones. 
No obstante, en presencia de una infección persistente por el VPH y otros cofactores, las células escamosas metaplásicas de la zona de transformación adoptan un aspecto anormal, indicador de un tumor premaligno epidermoide cervicouterino (displasia).


Durante la pubertad y el embarazo, así como en las mujeres que toman anticonceptivos orales, la zona de transformación del exocérvix se agranda. La exposición al VPH en tales circunstancias puede facilitar la infección, lo cual explicaría la asociación entre el cáncer epidermoide cervicouterino.






ÁRBOL DEL PROBLEMA


PRESENTACIÓN

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